Rizador de pestañas: ¿amigo o enemigo?
Sabemos lo hermosas que se ven nuestras pestañas bien rizadas. ¡Pero hay que tener mucho cuidado!
La práctica de enchinarse las pestañas puede darnos resultados hermosos para la estética de la cara, pero si se realiza de manera incorrecta o excesiva, podríamos causar daños cruciales a nuestras pestañas. Si te interesaría saber los mejores tips para enchinar tus pestañas super bien pero evitando maltratarlas lo menos posible,¡sigue leyéndonos!
Primero que nada, hay que aclarar cuales son las herramientas que podemos utilizar para hacer nuestras pestañitas curveadas para arriba bien hermosas. La que todas y todos conocemos es el típico rizador de pestañas. Hay rizadores normales o individuales, ya depende de gustos el que se quiera utilizar, el objetivo siempre es el mismo. Para obtener el mejor resultado con el rizador, se debe de enchinar la pestaña en tres fases: desde la raíz de las pestañas, medios y puntas. En cada fase debemos de alzar el rizador hacía arriba, pero recuerda siempre ser muy cuidadosa/o. Si te ha pasado que al tratar de enchinar tus pestañas quedan como quebradas en forma de L, es porqué no estas haciendo la técnica correcta. Muchas veces pensamos que entre más fuerza le metamos, más rizadas nos van a quedar, pero no es así, todo está en la técnica. ¡Inténtalo y lo verás! Otro error enormísimo que solemos hacer, es aplicar la máscara de pestañas antes de enchinarlas. Si haces esto, !para ya! No sabes el gran daño que le estas haciendo a tus pestañas. Si, te han de quedar bien paraditas, pero a la larga te vas a arrepentir ya que tus pestañas se quebrarán.
Otra herramienta también tipiquísima es la antigua cuchara. Tal vez tu abuelita sea quien te haya enseñado este método. Y esto no quiere decir que "haya pasado de moda" en realidad esto se sigue utilizando por muchas y muchos. Hay quienes dirán que solo con la cuchara consiguen el acabado que quieren, esto ya es de gustos. Esta técnica solo consta en poner la cuchara limpia sobre tu párpado con curvatura hacia afuera. Deberás de alinear muy bien la línea de pestañas con el borde la cuchara. Ahora con la ayuda de tus dedos, sostén tus pestañas contra la curvatura de la cuchara. Ten mucho cuidado en no meter mucha presión para no arrancar tus pestañas. Hay quienes les gusta mojar la cuchara con agua calientita antes para que las pestañas duren aún más tiempo paradas, esto también lo puedes hacer con tu rizador.
Hablando de calor, la siguiente herramienta es un peine rizador térmico. Este es el más nuevo de los tres métodos y es muy sencillo de usar. Unicamente tienes que sostener el peine contra tus pestañas el tiempo suficiente para que permanezcan en la posición que deseas. Esto es muy práctico ya que evitas posibles pellizcos o arrancones de pestañas. Lo malo es que como cualquier herramienta de calor, puede debilitar las pestañas a la larga.
Todos los métodos son dañinos para nuestras pestañas, por eso debemos de utilizar la técnica correcta para evitar maltratarlas de más. De igual forma, como todo en esta vida, el exceso es malísimo. Sabemos que siempre quieres traer tus pestañotas bien rizadas, pero dales un descanso. Trata de no hacerlo todos los días para que a la larga no te arrepientas. Si tuviste una rachita donde tuviste que enchinar mucho tus pestañas, te recomendamos aplicarte Bamlash sin falta por las noches para que les des un apapacho bien merecido. Los ingredientes de tu tratamiento van a ayudar a que tus pestañas se restauren mucho más rápido. Además, verás que conforme lo vayas usando por las noches, en la mañana verás como tus pestañas amanecen un poco más rizaditas.
Nos despedimos diciéndoles que no hay un método mejor que el otro, en realidad tu utiliza lo que mejor se te acomode a ti, y si tienes algún otro método o herramienta escondida, ¡cuéntanos!